El Juego del Calamar

Para quien no la conozca, «El juego del Calamar» es una serie coreana de la plataforma Netflix que ha logrado un éxito mundial siendo vista por miles y miles de usuarios. Es una serie basada en el individualismo y en la competición, donde si quieres llevarte el premio tienes que lograr superar ciertos juegos infantiles (aunque modificados) y que los demás pierdan (lo cual en esta serie no es solo «perder»). Nada de trabajo cooperativo, empatía, repartición del pastel,… y es aquí, donde ha surgido el problema a nivel internacional.

¿Qué está pasando?

Si bien en España está catalogada para mayores de 16 años, muchas veces no tenemos en cuenta los filtros por edad o, los más jóvenes, saben cómo saltárselos. La serie se ha colado en los hogares y en las escuelas, no solo en España, también en países como Bélgica, donde se ha visto a niños recreando los juegos de la serie en los recreos. Juegos que en la serie (vamos a hacer un spoiler) terminan con la muerte de alguien siempre, a veces, a manos de los demás jugadores. Todo esto se ha visto potenciado, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, por el mal uso de las tecnologías en general, y las redes sociales en particular. El ejemplo de referencia lo tenemos en Tik Tok, donde diferentes usuarios cuelgan retos y pruebas a imitar con un alto riesgo.

Desde RMind, escribimos este post, porque nosotr@s hemos detectado que niños muy pequeños, incluso de los últimos cursos de Educación Primaria (que no llegan a los 11 años), han visto la mencionada serie. También hemos visto como niños de 8 o 9 años tienen un vocabulario y unas expresiones que se encuentran muy lejos de las propias de sus edad, muchas veces porque ven vídeos de Gamers (personas mucho más mayores que no tienen ningún filtro cuando graban sus vídeos).

¿Qué podemos hacer?

Os pedimos que reviséis los filtros de vuestras aplicaciones tecnológicas y que si no son capaces de usarlos con responsabilidad, evitéis que puedan acceder; igual que no dejaríais a vuestros hijos beber lejía, debemos evitar este tipo de influencias.

En última instancia, ponemos a vuestro alcance nuestro servicio de psicopedagogía donde pueden trabajar la adicción a estas nuevas tecnologías y la gestión emocional. ¡Recordad que la primera consulta es gratuita!